sábado, 31 de marzo de 2012

¡Quédate!

-¡Para!. Fue todo lo que él dijo.
Y yo lo hice, como si algo invisible me rodeara y no me dejara caminar. Iba llorando, me sequé las lágrimas y giré.
-¿Qué quieres ahora?
-No se realmente que es lo que hago, no quiero perderte, no quiero dejarte ir-. Me respondió con la voz entre cortada.
«Mis lágrimas comenzaron a bajar de nuevo, él también lloraba».
-No puedo estar sin ti y se muy bien que tú no puedes estar sin mi; pero sabes muy bien que no podemos estar juntos. Le dije.
«Ya no podemos estar juntos».
-¿Te puedes quedar?
Lo pensé, observé sus ojos, sus bellos labios que tanto me gustan besar. Me acerqué, acaricié su cabello y dejé mi mano rodeando su cara.
Lo besé.
-No. No puedo quedarme. Quisiera, pero no- dije-. Si lo hago, sucederá de nuevo lo mismo, diremos que nos amamos, nuestra familia y amigos sabrán que estamos juntos de nuevo y quizá lo van a aceptar, quizá no. Pero sucederá lo mismo, haremos el amor unas cuantas veces, discutiremos y nos contentaremos, dirán las misma cosas de siempre, nos cansaremos y todo acabará de nuevo ¿quieres que suceda lo mismo otra vez? Pregunté.
«No esperaba un ‘‘No’ o un ‘‘Si’, esperaba una respuesta que me hiciera creer que no sucedería lo mismo».
Me tomó de la mano y comenzamos a caminar, nos sentamos en el césped y se quedó mirando hacia el cielo, yo solo observaba lo que él hacía.
 «Me encanta, pensé».
-Te amo. Dijo él.
-Yo también te amo. Pero; siempre que estamos juntos es lo mismo.
-Déjame continuar. Te amo y te necesito. No sé si esta vez sería igual, peor o mejor; solo se que quiero que de nuevo exista un nosotros. No te prometeré un para siempre, solo puedo pedirte que te quedes e intentemos que nos vaya bien.
-Se que sucederá lo mismo, pero intentaré.
Se levantó, me ayudó a levantar, me tomó de la cintura y me besó, me besó como lo hizo el día que me amó por primera vez y sentí de nuevo que lo amaba, así como siempre lo había amado.

-Te amo con mi vida entera, quiero que te quedes a mi lado y nos amemos, así como siempre a sido. Realmente te amo-. Dijo de nuevo.
Lo miré y sonreí.
-Te amo-. Respondí.